Participar en un trabajo de Constelaciones Familiares es una invitación a poner luz donde no la había y a abrir el corazón a lo que se muestre, tanto si constelas un asunto propio, como si participas siendo representante o simplemente asistes a los trabajos desde tu asiento. A todes nos llega la onda expansiva de cada trabajo y todes nos beneficiamos del contacto con ella.

Aprenderás cuáles son las leyes que rigen el alma de las familias, cuyo cumplimiento facilita el bienestar y la libre circulación del Amor en ellas. Podrás darte cuenta de si hay alguno de estos principios que no estás siguiendo y, en ese caso, hacer algún movimiento interno que te acerque a situarte donde te corresponde con respecto a los miembros de tu familia, lo que te facilitará la vida.

Mi forma de trabajar es terrenal. No hago milagros; las Constelaciones, tampoco. Te ayudo a mirar lo que no ha podido ser mirado o visto con claridad, para dar pasos hacia la expansión de tu conciencia. Trabajaremos con temas concretos que estén suponiendo una dificultad para quienes constelen. No acompaño a hacer "turismo sistémico".